“Me lo saco, lo tiro y luego al final me lo pongo de nuevo y así todos somos felices”, esgrimió el joven, cuyo actuar alude a una popular tendencia.
Una tendencia que se está popularizando entre los jóvenes es precisamente esta. El quitarse el condón en medio del acto sexual sin que la otra persona se de cuenta, y volver a ponérselo al terminar. Posibilidades de embarazo o de contagio de infecciones de transmisión sexual son algunas de las consecuencias de esta tendencia conocida como “Stealthing“.
pero, ¿cuál es el motivo de esto? Según los jóvenes que practican el Stealthing, se trata netamente de obtener mayor placer sexual.
Son cada vez mas los testimonios de personas que deciden sacar a luz este tipo de conductas de sus parejas sexuales. Aparte de haber muchos riesgos implicados, mas allá de los riesgos físicos mas evidentes, como el embarazo y contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS), presume un perjuicio en contra del otro implicado, quien ha sido engañado en las condiciones del acto sexual. Esto podría presumir una falta al consentimiento.
Uno de los casos más populares ocurrió en el año 2017 en Suiza, donde un sujeto de 47 años fue condenado a 12 meses de prisión, tras comprobarse que había removido el preservativo sin el consentimiento de la mujer mientras mantenían relaciones sexuales. De acuerdo a la Corte Criminal de Lausana, el sujeto, quien conoció a la víctima a través de Tinder, incurrió en el delito de violación, hecho que generó un antes y un después en los casos que implicaban la ocurrencia de esta tendencia.
Un joven, identificado como Brendan, admitió en conversación radial estadounidense ser un adherente de la tendencia. De forma anónima, reveló llevar a cabo el acto de remover el condón en medio de la relación sexual sin consentimiento del otro individuo de forma frecuente, bajo la excusa de que “se siente mejor”.
Aunque fue alertado de las consecuencias físicas en perjuicio de la pareja sexual, el sujeto aseguró sentirse confiado por el hecho de presuntamente no poseer infecciones de transmisión sexual y que en caso de ser descubierto tampoco le molestaría a la otra persona.
Aquí, la entrevista de este joven:
“Tom: ¿Por qué lo haces?
Brendan: Porque se siente mejor sin condón.
¿No deberías negociar eso antes del sexo?
Debería, pero si no tengo ninguna razón para usar un condón, entonces realmente no veo el problema.
¿Qué pasa con el riesgo de transmitir una ETS o embarazar a una persona?
Realmente no quiero embarazarlas, así que definitivamente no dejo rastro. En cuanto a las ETS, no quiero que ellas tengan, pero prefiero correr el riesgo.
¿Pero las estás haciendo correr el riesgo?
Sí, lo hago. Pero confío en los resultados de los chequeos médicos regulares. Estoy bastante seguro al decir que estoy limpio cuando estoy limpio.
Entonces, ¿hay un riesgo?
Sí, lo hay, pero existe el riesgo de cruzar la calle y todos hacemos eso.
¿Entonces realmente no te importa? ¿Se trata del placer?
Por supuesto que me importa. Pero aún puedo verlo desde el punto de vista del cual estoy bastante seguro [acerca de mi salud sexual], y de lo que estoy bastante seguro… entonces estoy feliz de hacerlo.
¿Cuántas veces lo has ocultado?
La mayor parte del tiempo. Si me piden que lo ponga (lo cual no es tan frecuente como podría pensar). La gente está bastante relajada con hacerlo sin preservativo.
¿Entonces qué significa eso? ¿Tienes menos posibilidades de tener una ETS?
Creo que sí.
Entonces te pones uno y luego te lo quitas sin que ellas lo sepan. ¿Cuánto tiempo tienes antes de escabullirte?
No lo sé. Sácalo, quítatelo, vuelve a colocarlo. Todos están felices.
¿La mayoría de las veces lo notan o no se dan cuenta?
No lo noté.
¿Alguna vez se han enojado contigo?
Nadie se enoja, pero si alguien me pide que me lo vuelva a poner, lo volveré a poner seguro. Eso es lo justo.
Entonces, nadie ha dicho ‘¿cómo te atreves a hacerme eso, no sé si me vas a dar una ETS y me dejarás embarazada’?
No. Nadie ha dicho eso.
Entonces, ¿cuál es la reacción habitual?
‘¿Te importa? Es más seguro’. Algo de ese estilo.
Pero usted hizo un acuerdo para usar un condón y luego lo infringe sin que la persona lo sepa…
No lo sé. No creo que realmente llegue a un acuerdo. Acabo de poner uno y si no se dice nada, me lo quito. No creo que esté infringiendo la ley.
Pero si esa persona te ha pedido que te pongas un condón, están teniendo sexo contigo en el entendimiento de que eso es lo que está pasando.
Estaría más preocupado por tener una ETS que conseguir que alguien recurriera a un abogado por fraude cuando tenga relaciones sexuales y me quite el condón.
Bueno, ambos podrían suceder.
Bueno, tomaré esos riesgos.
¿Esta es una práctica sostenida por la mayoría de tus amigos?
Sí, yo diría que sí”.
¿Tendencia o agresión?
Lo que para algunos es evidente que es una agresión sexual, para Brendan y muchos jóvenes es mas bien una tendencia que aunque tenga riesgos, no produce mal a nadie. Las víctimas por lo general son hombres y mujeres que acaban de conocer y quienes no se dan cuenta ni prestan atención, ya que piensan que el condón o preservativo sigue en su lugar, lo que hace que se sientan seguros. Es por esto que esta tendencia puede ser asumida como una violación o agresión sexual, ya que incumple el acuerdo inicial o el consentimiento antes de la relación sexual, además de violentar la confianza de el otro individuo.
Aunque las resoluciones judiciales son claras en cuanto al tema y han calificado este hecho como un delito, hay quienes continúan perpetrando esta tendencia que no sólo pone en peligro la vida de los involucrados, sino que también quiebra una regla básica de toda relación sexual consensuada, que es el consentimiento.
Alejandra Brodsky, quien publicó en la revista de la Universidad de Columbia sobre género y derecho, asegura que se trata de una tendencia más común de lo que pensábamos. “Debido a que llevar un conteo real de las ocurrencias es imposible, muchos creen que esto sólo ocurre desde quienes buscan perjudicar conscientemente a alguien, sin embargo jóvenes comunes y corrientes deciden incurrir en la práctica con el propósito de alcanzar más y mejores orgasmos con desconocidos”.
“Lo que quería con este estudio es poner nombre y protagonistas a esta tendencia que se repite con demasiada frecuencia”.
“Hay muchos jueces que no saben que esto ocurre de verdad. Me gustaría que hubiese una ley dedicada a condenar estos actos, ya que aunque no sea violación, las víctimas se sienten así”.
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