Muchos planean su futuro, en donde vivirán, cuántos hijos tendrán o de qué sexo les gustaría que fueran son algunas de las interrogantes y temas a tratar de las parejas que desean comenzar a formar su familia.
Pero Amber Rojas, quien ya tenía cuatro hijos, inesperadamente, y sin planificación alguna, quedó nuevamente embarazada. Estaba muy nerviosa y no sabía cómo se lo iba a tomar la gente, pero todos se emocionaron al respecto y eso la hizo sentirse mucho más segura.
Como ya había tenido otros cuatro hijos, ahora decidió darle espacio a las sorpresas. Junto a su esposo decidieron que no querían saber el sexo del bebé.
“Cuando le preguntaba a los demás miembros de la familia qué pensaban que sería, todos decían que niño. Yo solamente sabía que había algo diferente. Mi embarazo no era diferente, pero en mi interior sabía que este bebé tendría algo especial”
– Amber
Pero cuando el embarazo ya estaba casi terminando, Amber distinguía que el aliento de s bebé era un poco distinto que el del resto de sus hijos.
“Nadie me creía, pero las mujeres que han estado embarazadas tantas veces como yo, aprenden mucho de su cuerpo. El aliento era más rápido, no había patadas ni hipo”.
– Amber
El bebé nació a las 38 semanas y 6 días. Fue un parto rápido, pero un poco complicado, en el agua como Amber siempre había querido.
Cuando por fin tuvo a su bebé entre los brazos, se percató que tenía Síndrome de Down, solo con verle su cara y luego notó que era mujer. Sus pensamientos sobre el Síndrome de Down desaparecieron solo con saber que había tenido otra mujer.
“Siempre me ha gustado planear y amo la educación pero no sé nada sobre niños con síndrome de Down. Cuando comencé a darle leche materna, sentí que era diferente que con todas mis otras niñas. Su cuerpecito se sentía más flácido. Luego sentí su respiración y era justo como la sentía cuando estaba en mi vientre”.
Como nadie decía nada, Amber pensó que estaba equivocada, pero luego de la examinación médica, su suegra le dijo, un poco nerviosa.
“No quiero angustiarte pero tu hija tiene ciertos rasgos del síndrome de Down”.
En ese momento confirmó todo y se dio cuenta de por qué sentía que el embarazo era distinto al resto. Comenzó a investigar sobre este síndrome y cómo poder darle a su hoja o mejores y adecuados cuidados.
“En realidad no me importó ni me hizo sentir mal su condición, yo la amo, con cada uno de sus cromosomas,”
Amber descubrió que efectivamente el corazón de su hija era un poco más débil, además del síndrome de down, ella tenía una afección en el corazón. Por lo que actualmente se está preparando para una operación a corazón abierto.
La familia la considera como cualquiera de sus otras hijas y todos la aman.
“Por alguna razón, Dios nos mandó a Amadeus, así nombramos a mi pequeña. Nuestra familia se estaba separando un poco y ella vino a unirnos de nuevo. Estamos aprendiendo juntos de una comunidad de la que no teníamos idea”.
Amber decidió enfrentar la situación con amor, respeto y felicidad.
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