Un nuevo programa diseñado por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (México) tiene una historia muy significativa para contar y emocionar incluso a aquellos de corazón más duro.
Este abuelito de 103 años de edad se llama Santiago Hernández y es el nuevo alumno del programa de aprendizaje.
Hernández nació en 1914, en medio de la Revolución Mexicana, por lo que no tuvo nunca mucha posibilidades de estudiar. Entonces, desde pequeños, todos los varones eran llevados a trabajar sin tener oportunidad de ir a la escuela o recibir educación de ningún tipo.
Don Chago, como le llaman de cariño, cuenta que desde que nació y hasta los 10 años debió trabajar en casa, y luego tuvo que salir a trabajar como un adulto:
Nadie estudiaba… Ni un niño había en la calle, todos en su casa haciendo que hacer, dándole de comer a las gallinas, marranos… No había escuelas para los niños, aunque quisieran estudiar no estudiaban… Cuando vine a Monterrey me aventé dos años de ayudante de albañil.
Le tocó una juventud difícil a Don Chago, pero por suerte la vida le ha dado una nueva oportunidad y hoy -con 103 años de edad- se dispone a aprender algo que nunca supo: leer y escribir.
De hecho, ni siquiera sabía escribir su propio nombre, pero hoy está dando sus primeros pasos para lograrlo:
Según él mismo, hacer la escuela primaria a los 103 años no es fácil pues su memoria ya no es la misma y le cuesta recordar lo que ha ido aprendiendo. Pero Don Chago no se rinde, y cada vez avanza más hacia su objetivo.
Mira el emocionante reportaje sobre su vida y su aprendizaje a continuación:
Publicidad