Una de las películas más celebres en los últimos 20 años es “En busca de la felicidad”. Esta cinta fue protagonizada por Will Smith y cuenta la historia de superación de uno de los hombres más ricos del mundo en la actualidad: Chris Gardner. El gran empresario tuvo que comer alimentos de la basura, dormir en baños públicos o refugios para indigentes antes de alcanzar su éxito.
Hay muchos detalles de la vida de Chris que no se pudieron resumir en la película, por ejemplo, su infancia fue bastante difícil. Su madre era una mujer con problemas de conducta y tenía una pareja que abusaba físicamente de él. Debido a estos problemas Chris decidió partir hacia el ejército de su país y trabajó como ayudante técnico.
Gracias a los conocimientos adquiridos durante su estancia en la Fuerzas Armadas, comenzó a trabajar como visitador médico, pero su situación económica no era favorable. Sus ingresos eran muy bajos y al momento en que nació su hijo, él y su novia se vieron agobiados por los gastos.
Lamentablemente, estuvo preso 10 días por no haber pagado sus multas a tiempo. Como resultado, su esposa decidió dejarlo y llevarse a su hijo. Además, casi pierde la oportunidad de tomar una entrevista para comenzar una iniciación como corredor de bolsa. No obstante, pudo recuperar esa opción y trabajó arduamente durante su curso para no perder esta segunda oportunidad.
Inesperadamente su novia regresó, pero no con el fin de volver con él, sino más bien darle de vuelta a su hijo, dado que ella no podía cubrir los gastos que conllevaba mantener un niño. Chris hacía hasta lo imposible para que su hijo no se quedara sin educación y tuviera qué comer. Sin embargo, un día debió dejar la pensión donde vivían y allí fue cuando empezó su etapa más crítica.
Sin tener qué comer en ocasiones para poder darle a su hijo el alimento, residiendo en baños públicos y refugios para indigentes, con solo dos trajes para ir a trabajar y teniendo que vivir algunas veces de la caridad de personas que él no se esperaba, Chris logró luego de un año su meta y se había convertido en corredor de bolsa.
Tan pronto cumplió su cometido, pudo pagar la renta de un apartamento decente. Al cabo de 6 años había fundado su propia compañía y desde entonces los triunfos y el éxito económico no se han detenido para este hombre quien ahora es multimillonario.
Ahora se la pasa viajando gran parte del año y hablando por todo el mundo en teatros abarrotados. Según sus amigos más cercanos, consideran a Gardner como:
“Un increíble testimonio de fortaleza. Un gran consejo que nos ha dado es que se puede estar deprimido, pero solo nosotros somos quienes permitimos seguir sintiéndonos así”.
Igualmente, El Sr. Gardner desmiente la teoría de que todos somos producto de los traumas de la infancia, según sus palabras:
“Si fuera así, debería haberme convertido en un perdedor vicioso, golpeador de mujeres, abusador de niños y analfabeta. Sin embargo, elegí la luz de mi madre y de otras personas con las que no comparto ni una sola gota de sangre”.
Este hombre es un gran ejemplo de vida, una persona que a pesar de su éxito no olvida sus raíces y que intenta hacer del mundo un lugar mejor con su mensaje de esperanza y superación.
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