Se acerca el 14 de febrero y poco a poco empezamos a armarnos con nuestras mejores herramientas para no pasar un 14 de febrero “forever alone”. Aunque muchos piensan que este es un día de cualquier tipo de amor, que nada tiene que ver con la pareja, o cierto es que indistintamente del sentido que le demos, de cierta forma estamos siempre a la espera de una cita perfecta.
Pero, ¿existe realmente la cita perfecta?
Si le preguntas a quien sea, todos tendrán una idea de cita perfecta muy distinta a la tuya. De hecho, podrán coincidir en cosas generales, pero son los detalles de cada personalidad la que hace que algo se quiera más, o se quiera menos. Por eso, lo más probable es que tu cita perfecta sea diferente a la de tu pareja y por ende, no existe tal “coincidencia”.
Pero no te preocupes, porque sucede algo aún más complejo e importante y es que cuando la cita solo depende del lugar que se escoja y se deja libertad a que los acontecimientos ocurran sin necesidad de “planearlos”, nace la magia y se concreta la tan anhelada “cita perfecta”.
Muchos pueden no estar de acuerdo y piensan que la cita es perfecta siempre que se dan las cosas como se “planean”, sin embargo, se ha descubierto que una cita con mayor libertad, baja los niveles de ansiedad en las personas y por ende, genera mayor conexión y sincronía en las emociones.
Imaginen qué sería de nuestro corazón si viviéramos un cita en el lugar que siempre soñaste, en tu restaurante favorito o con el famoso que más amamos en el mundo, de seguro, estallaríamos de felicidad. Y e que en esos momento creemos que el mundo debe detenerse porque recibiríamos las más linda muestras de cariño por parte de quien admiramos y queremos.
Tener una cita perfecta e increíble fue lo que vivió una afortunada chica ya que pudo tener bien de cerca a su eterno amor platónico. Su misión fue escoger el lugar y dejar que las cosas fluyeran.
Ella obtuvo la cita con su querido Roger González, un actor, cantante, presentador y por supuesto, galán mexicano que tiene a todas las jóvenes de cabeza ante su simpatía y belleza.
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