Connor tenía un mes de edad y estaba siendo el protagonista de una tierna sesión de fotos en el parque estatal de Sam Houston Jones (Louisiana). En medio de la sesión, a cargo de la fotógrafa Megan Río, algo inesperado ocurrió.
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En plena sesión, desde los árboles del parque apareció una cierva que parecía muy interesada en lo que estaba sucediendo.
Lentamente se fue acercando, y -comprobando que el bebé no correría ningún peligro- Mega pudo captar una imagen mágica: la cierva posa junto al bebé y parece que le fuera a dar un tierno beso.
La fotografía fue posible gracias a la tierna cierva, llamada Maggie, y que es una de las más famosas y queridas del parque. Es un animal que está bastante acostumbrado a estar cerca de los humanos.
“Maggie fue alimentada a mano cuando era una cría, así que se siente muy cómoda con la gente, pero me aseguré de tener en todo momento una mano cerca del bebé, porque a pesar de todo, era un animal salvaje”, le dijo Rion a Yahoo Parenting.
“La hemos visto aparecer hasta en otras 5 sesiones de fotos distintas”, añadió la fotógrafa. “Ni siquiera sabía que venía por la zona donde me gusta hacer fotos”.
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