En este mundo hay pocas cosas que son tan puras como la risa de un bebé. Y es que ellos no se restringen por normas sociales aún, y están en proceso de aprendizaje mientras aún se preocupan más por jugar y crecer.
Un bebé podrá babear su ropa y llevarla puesta todo el resto del día sin problema. Ni siquiera se preocupan de ir al baño, porque para eso están los pañales.
Seguramente no recordamos estos primeros años de vida, pero cuando vemos a los bebés interactuar con el mundo, advertimos que es una época realmente mágica: es descubrir el enorme mundo que hay después del útero de su madre.
Los bebés observan e interactúan con el mundo que los rodea de la forma más pura posible.
Temprano sonríen, pero la primera es una sonrisa instintiva -según dicen los expertos- que hacen para conectar con sus padres y que no los abandonen. La verdadera sonrisa comienza a aparecer entre las seis y las 12 semanas de vida, etapa en que pueden pasar tanto tiempo riendo como llorando.
Y eso es lo que amamos de ellos: aquellos momentos en que disfrutan con toda honestidad del momento, riéndose con muchas ganas y demostrando una increíble felicidad.
El bebé de este video ya ha comenzado a sonreír, y es algo que le encanta hacer. Mientras su papá juega con él y lo hace reír a carcajadas, tiene toda la atención de su familia. Y es que su risa es demasiado contagiosa y cómica, ¡pues suena igual a una oveja! Es imposible escucharlo sin reír.
Míralo a continuación:
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