Angel Fiorini se encontraba sola en su casa el 28 de octubre. Estaba a cargo de sus hijas (Gianna y Vinnie de 4 años, y Rosalie de 2) mientras su pareja desde la secundaria, Aaron, había salido con sus amigos.
Era medianoche cuando Angel despertó apenas pudiendo respirar y con demasiado calor. Apenas salió de u pieza, notó lo que sucedía: un tercio de su casa estaba en llamas y cubierta de un denso humo negro.
Corrió a coger a Vinnie y Rosalie, saliendo afuera junto a ellas lo más rápido que pudo. Pero Gianna no estaba, y no había nadie que pudiera ayudarla cerca.
Así fue como, sin dudarlo y “empujada por la adrenalina”, volvió a entrar para buscar a su hija que seguía entre las llamas.
Cuando volvió a entrar a su casa, vio que la mitad ya estaba bajo el fuego y las llamas amenazaban con dejarla adentro. Decidió entrar gateando a la pieza de Gianna, la tomó y la puso debajo de ella, volviendo a punta y codo hasta la puerta.
Cuando tomó la puerta, su mano se derritió con el calor y, antes de que pudiera estar a salvo, se desmayó.
“Quería protegerla todo lo que pudiera”, dijo Angel.
Por suerte, un bombero retirado que vivía cerca vio el fuego y corrió a ayudar. Al asegurarse que las niñas estaba bien afuera, entró para descubrir a Angel y Gianna cerca de la puerta.
A esas alturas, el cuarto de la niña ya estaba siendo dominado por las llamas.
De inmediato ambas fueron trasladadas a un centro médico, donde establecieron que la mujer había sufrido quemaduras de tercer grado en el 43% de su cuerpo y un grave daño en sus vías respiratorias, por lo que debía usar respirador. Por suerte, Gianna se salvó de daños mayores gracias a que su madre fue su escudo humano.
Unos días más tarde, Angel sufrió una falla multisistémica debido a una bacteria, por lo que estuvo en coma por 10 días.
Aaron estuvo a su lado durante toda la recuperación de la mujer, mientras amigos cuidaban a los niños y la comunidad entera les entregaba donaciones para que pudieran empezar de cero.
Tres meses más tarde, Aaron le había preparado una sorpresa a Angel: en una cena de agradecimiento que prepararon para sus amigos, su pareja -que llevaba más de 15 años juntos- le pidió matrimonio. Y Angel le dijo que sí.
Desde lo impensado, esta hermosa familia comienza una nueva vida, dejando su tragedia atrás y agradeciendo la nueva oportunidad que les da la vida.
¡Son todo un ejemplo!
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