El parto velado no se trata de una anomalía o trastorno que se origina durante el nacimiento del bebé, ni tampoco un acontecimiento rodeado de misticismo. Es un hecho que sucede en muy pocas ocasiones y que tiene lugar como cualquier otro evento poco usual que pueda ocurrir durante el nacimiento.
Para la madre que lo experimenta y su bebé no tiene casi ningún efecto, pero para los médicos que lo presencian, resulta algo mágico.
El parto velado es el nacimiento en el cual el bebé sale del útero, generalmente por el canal del parto, rodeado por la bolsa de líquido amniótico.
En este tipo de nacimiento el saco no se rompe, como suele suceder comúnmente, y quienes atienden el parto tienen la oportunidad de ver, por algunos segundos, al bebé dentro del líquido amniótico tal y como si estuviera todavía dentro del vientre materno.
En la cultura popular se le conoce a este tipo de acontecimiento, como nacer con velo, nacer enmantillado, con el manto de la virgen, con zurrón o con toquilla.
Los médicos deben romper la bolsa instantes después del nacimiento para pinzar el cordón umbilical y provocar la respiración, por lo que el bebé no tiene por qué sufrir ningún tipo de peligro. Cualquier trastorno que tenga al nacer lo podría haber padecido igual si el saco amniótico se hubiera roto antes del alumbramiento.
Antiguamente se creía que nacer dentro del líquido amniótico protegía al niño de la acción de los patógenos externos por mucho más tiempo, pero actualmente se sabe que no es más que un mito. Además que la permanencia del bebé dentro del saco amniótico es muy corto desde el momento en que sale al exterior, y el “velo” que lo cubre por algunos segundos no lo inmuniza contra las infecciones que puede coger después.
Este tipo de parto es poco frecuente, generalmente la ruptura de la bolsa antes de dar a luz en lo más común y es uno de los indicios que tiene la madre para saber que ha llegado el momento de dar a luz. Por otro lado es más común cuando se produce un parto natural que un parto por cesárea.
Hay quienes le atribuyen a este tipo de nacimiento un toque religioso, pero solo es porque se produce muy pocas veces. Quienes lo presencian siente como si estuvieran por un instante dentro del útero de la madre para contemplar y disfrutar del comportamiento de un bebé que “aún no ha nacido”.
Se dice que el parto velado es un acontecimiento extraordinario e incomparable donde puede verse el comienzo de la vida de un ser humano de forma patente. Antes se creía que un bebé que nacía de esta manera tendría una protección espiritual en el futuro, por lo que desde ese momento era y sería sumamente dichoso, de hecho hay algunas culturas que aún lo consideran así.
Sin embargo hoy se sabe que solo es una posibilidad de nacimiento, aunque muy extraña e inusual, que genera supersticiones y opiniones de todo tipo.
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