El proyecto denominado “Gran Muralla Verde” se puso en marcha el año 2007 por 11 países de la región Africana y busca mitigar los efectos del cambio climático y además ayudar a los agricultores locales.
Dentro de algunos años cuando crucemos el Sahara de norte a sur nos encontraremos con un muro de árboles, algo que hace décadas atrás era impensado.
Senegal es el país que hasta el momento lleva parte del proyecto más avanzado y ya comenzó a ver los resultados.
Por su parte los pobladores ya comenzaron a dar sus testimonios:
“Cuando no había árboles, el viento levantaba y erosionaba el suelo. Pero ahora está más protegido. Las hojas sirven de abono y el follaje incrementa la humedad del ambiente y ofrece algo de sombra, así que ya no es necesario regar tanto”
“Antes del muro, no teníamos trabajo pero ahora sí. Es bueno para la economía. La Gran Muralla Verde es muy útil para nosotros porque cultivamos muchos vegetales y ahora podemos producirlos por menos dinero”
“¡Alabados sean los árboles! El muro traerá riqueza” entonan en cánticos los pueblos africanos beneficiados por el muro.
El proyecto costará unos US$8.000 millones y la gran muralla verde tendrá 8.000 km. de largo y 15 de ancho, abarcando en total 11 países.
Aún faltan años para que se complete el proyecto pero por el momento se están plantando acacias, unos árboles que resisten a las sequías, ya que su raíz conserva agua en el suelo, por lo mismo muchos pozos que estaban antes vacíos hoy se han vuelto a llenar.
También hay otros proyectos que buscan luchar contra el cambio climático, como el de una empresa Noruega que pretende revegetar los desiertos.
Utilizando nuevas tecnología medioambientales y a partir de agua salada y luz solar, este proyecto pretende generar un sistema de cultivo restaurativo que pueda generar los principales recursos y necesidades que demanda el planeta, agua dulce, energía limpias, almacenamiento de dióxido de carbono y comida para la población.
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