Quizás nuestros pies son la parte del cuerpo que menos cuidados recibe, siendo que son muy importantes para nuestra movilidad y si no recibe la atención adecuada comienzan a aparecer signos de daño y descuido, como los callos.
El uso de los tacones, los calcetines, la poca humectación, la falta de exfoliación, el calzado demasiado ajustado y utilizado por muchas horas y la transpiración que se genera con algunos de los factores que pueden causar problemas en los pies.
Los callos se forman en varias áreas de los pies, pero sobre todo en los talones, en el lateral del dedo grande o del pequeño, encima de los dedos o en la planta del pie. Al principio son molestos y luego si no reciben la atención adecuada, con cada vez más dolorosos.
Si has tenido callos, entonces sabrás que son bastante insoportables y te incomoda todo el día. Por el contrario si aún no has tenido, entonces es importante que los prevengas.
Usa crema humectante para los pies cada vez que sales del baño, una vez a la semana realiza masajes con algunas gotas de aceite de oliva, vaselina o un puré de plátanos, también puedes revisar que tus zapatos sean lo suficientemente cómodos, ni muy ajustados, ni muy sueltos. Si tu calzado es nuevo entonces pon un apósito donde sabes que te saldrán ampollas o callos y no los uses por muchas horas. Cuando regresas a tu hogar es importante que te quites el calzado y los calcetines para luego introducir tus pies en un recipiente con agua tibia y hierbas, así descansarán.
Si ya tienes callos puedes recurrir a la piedra pómez cada vez que salgas del baño ya que la piel está más suave y maleable, pero debes utilizarla con mucha precaución para que no te lastime. También puedes usar una lima para quitar las asperezas de los talones, las plantas y los dedos, pero no debes hacerlo por más de tres minutos seguidos y al finalizar siempre aplica una crema humectante. Siempre usa zapatos cómodos y presta atención a las molestias y dolores que puedan aparecer.
Remedios caseros para los callos de los pies
1. Cebolla
Las cebolla es curativa y antiinflamatoria. Corta una cebolla por la mitad y frótala despacio sobre la zona afectada por el callo. Repítelo cada noche antes de dormir, no es necesario que enjuagues tu pie, trata que los jugos de la cebolla penetren en tu piel. Duerme con calcetines.
2. Ajo y aceite de oliva
Machaca un diente de ajo y mézclalo con aceite de oliva. Cubre el callo con la pasta, tapa con una gasa o paño y déjalo actuar durante toda la noche. Retíralo por la mañana sin enjuagar. Repítelo todos los días hasta que desaparezca el callo.
3. Ortiga y agua
Toma un puñado de tallos y flores de ortiga, bátela junto a una cucharada de agua y aplica la pasta directamente sobre el callo. Tapa la zona con gasa o un paño y deja actuar por lo menos tres horas antes de retirar.
4. Caléndula y agua
El procedimiento es igual al de la ortiga. Aplícalo todas las noches antes de acostarte.
5. Higo
Esta fruta tiene propiedades antiinflamatorias, además de aportar frescura y alivia. Corta un higo por la mitad, extrae la pulpa y aplica en el callo antes de acostarte. Cubre la zona con una venda y ponte calcetines para que no ensucies nada. Déjalo actuar toda la noche y remoja los pies por la mañana con agua tibia. Después lima con la piedra pómez y aplica una crema humectante.
6. Bicarbonato de sodio y agua
Mezcla 2 cucharadas de bicarbonato de sodio con una cucharada de agua. Aplica lapasta en el callo con movimientos circulares, como si estuvieras exfoliando. Deja actuar por 20 o 30 minutos y retira con agua tibia. Pasa la lima o la piedra pómez por el lugar y humecta con crema.
7. Manzanilla y agua
Realiza una infusión con 4 cucharadas de manzanilla y 1 litro de agua hirviendo. Deja tapado unos minutos y después introduce los pies en un recipiente con el agua. Esto suavizará tus callos y podrás pasar la piedra pómez sin problema. Siempre termina los tratamientos con crema humectante.
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