Las primeras señales de dificultad en el aprendizaje aparecen cuando el niño entra en la fase de alfabetización. Son señales de alerta si tu hijo recibe quejas o amonestaciones de la profesora, llora para ir a la escuela, esconde sus tareas y se enferma para no ir.
Estas señales, que se pueden confundir con falta de atención, pereza o metodología inadecuada, podrían ser síntomas de que tu hijo tiene dislexia.
La dislexia no es una enfermedad sino un trastorno neurológico heredado genéticamente, sus síntomas varían y tiene distintas etapas y tratamientos.
Mientras más luego se identifique, mejor. Para efectuar el diagnóstico se necesita consultar a profesionales de diversas especialidades (psicólogo, fonoaudiólogo, neuropsicólogo, psicopedagogo, etc.).
Algunos síntomas pueden ser:
- Confusión de lateralidad (izquierda y derecha)
- Escribe de forma invertida, con omisión de sílabas o letras cambiadas
- Cambia las letras e, incluso repitiendo, no puede memorizarlas
- No puede interpretar las letras alfabéticas
- Incomprensión de lectura
- Le es difícil juntar sílabas y memorizar palabras
Si ves algunos de estos signos, deberías consultar con un equipo profesional para que pueda descartar o confirmar algún problema.
El tratamiento cubrirá un aspecto distinto del aprendizaje, por lo que se necesitará de un equipo multidisciplinar: el psicólogo trabajará estimulación mental y emocional, el fonoaudiólogo el procesamiento auditivo y el psicopedagogo el proceso de aprendizaje, por ejemplo.
Tener dislexia no es algo grave, pero puede causar incomodidad en los niños y sufrimiento por cierto grado de discriminación, además de hacerlos sentir menos inteligentes. Por ello, mientras antes empiece a trabajar con especialistas, mejor.
Publicidad