“54 Personas Tienen Partes De Mi Bebé”: Esta Madre Transformó A Su Hijo En Un Héroe

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Cameron Greer era un adolescente cuyos padres decidieron ir de paseo junto a algunos vecinos a Franklinton, Louisiana. Se veía como un paseo perfecto para poder disfrutar del paisaje, dar paseos a caballo, escuchar música alrededor del fuego, etc.

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Todos esperaban que fuera un día lleno de aventura, pero lamentablemente terminó en  lo opuesto. Al llegar al lugar, el joven montó su moto de 4 ruedas, subió a una zanja empinada y la maquina se inclinó hacia atrás. En ese momento ocurrió lo peor y quedó completamente aplastado.

“Subía una zanja empinada, y cuando llegó a la cima, iba muy lento, porque no se puede subir tan rápido”, dijo su madre, Amy Deubler Foy. “Cuando llegó a la cima, muy arriba de la zanja, el cuatro ruedas retrocedió. Se volteó hacia atrás sobre él, y lo aplastó, le aplastó la cara”, declaró su madre.

Cameron ya había dejado de respirar y los latidos de su corazón no se sentían cuando fue llevado de urgencia a Nueva Orleans. Los huesos en su cara y cráneo estaban destrozados, el pequeño estaba irreconocible. Mientras el equipo médico de emergencia pudo reiniciar el corazón momentáneamente, sus esfuerzos por revivirlo fracasaron tristemente.

“Su padre y yo nos sentamos el domingo por la noche, después de que todos salieron del hospital, y su padre dijo: ‘Creo que ya se habrá ido’”, recuerda Amy. “Lo sentí, pero no quería creerlo. Solo oré porque quería un milagro, pero creo que Dios lo necesitaba más”, agregó.

Pasaron 48 horas y la desconsolada madre sostenía aún la mano de su hijo. Pero sabía que su hijo no seguía ahí. Simplemente no quería asumirlo. El momento de despedirse de él había llegado y  sus padres no estaban listos. La madre recordó que una vez habló con Cameron sobre la donación de órganos y dice que él estaba de acuerdo. Es por eso que Amy supo que podría sentir paz si donaba sus órganos.

Incluso antes de su funeral, Cameron ya había salvado a 4 personas con su páncreas, hígado, riñones y corazón.

Posteriormente fue el turno de sus músculos, arterias, tejido de la piel / hueso y tendones que ayudarn a docenas de personas más. “Hasta donde yo sé, 54 personas tienen parte de mi bebé”, declar Amy. La devastada madre encuentra consuelo en saber que su hijo murió como un héroe. Y confesó que le gustaría conocer a la gente que Cameron ayudó a sobrevivir. Sin duda, un gran ejemplo para quienes aún no se deciden en donar sus órganos.


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