La ira es bastante popular en nuestra sociedad y es más conocida como rabia, furia o enojo. Es un sentimiento que nos invade en ciertas situaciones de la vida y que a muchos les cuesta controlar. Esta situación puede generar serios problemas tanto para nosotros mismos como para el entorno que nos rodea.
Aprender a controlar la ira nos ayudará a salir o evitar esas incómoda sensación y tomar el mando de nuestros actos en todo momento.
¿Qué es la ira?
Es la unión de varios sentimientos negativos, como la indignación, el enojo y la frustración. También influyen otros factores que están relacionados con la violencia. Se trata de una conducta normal en todos los seres humanos, por eso lo importante no es evitarla completamente, sino que saber cómo controlarla.
Si no aprendemos a controlar la ira, podríamos terminar en cuadros de depresión, problemas de hipertensión e incluso un comportamiento pasivo-agresivo.
¿Por qué algunos se enfadan más que otros?
Hay personas que se enfadan con mayor facilidad e intensidad que otras. Algunos cuando están enojados no lo manifiestan, pero suelen estar más irritables, alejados de la sociedad, enfermos o amargados.
Aquellos que se enojan con facilidad son personas de baja tolerancia, les cuesta manejar las situaciones injustas o difíciles porque sienten que no les corresponde estar vinculadas a ellas.
Las personas irritables pueden serlo por factores genéticos o porque no les enseñaron a manejar sus emociones en ciertas situaciones. En el caso del factor genético, se trata de niños que son fáciles de irritar desde que nacen, tanto por hambre o sueño como por estar en un ambiente incómodo para ellos.
Por otro lado, existen aquellos a los que no se les enseñaron ciertos valores, como la necesidad de esforzarse para lograr sus metas. Entonces, cuando quieren algo y no lo obtienen, fácilmente se irritan.
2 Razones de un ataque de ira
1 . Frustración
Según un estudio
También puede suceder cuando existe un trato injusto, son vulnerados los derechos o se transgrede la ley ante la sociedad, en ese momento es posible sentir ira. De igual forma puede aparecer cuando no obtenemos una recompensa tras una acción.
2 . Escenarios adversos
La ira se puede desarrollar tras experimentar dolor físico o incluso sentimental. El no sentirse comprendido, una ruptura amorosa sin explicación o la traición también son desencadenantes de este sentimiento.
Pasos para controlar la ira
1 . Técnicas de relajación y respiración
La relajación es una de las mejores formas de controlar la ira. Solo es necesario respirar profundo, tratando de meditar por unos 10 minutos, visualizando escenarios o situaciones positivas para la mente.
Si lo transformamos en una actividad constante, se creará una vía de enlace con nuestro mundo interno, de esta manera, nuestra actitud podrás se inquebrantable a pesar de las circunstancias. De hecho, una investigación llevada a cabo por el Centro de investigaciones Psicológicas y sociológicas de La Habana, en Cuba, incide en sus beneficios como terapia complementaria en algunos trastornos.
2 . Pensamiento y actitud positiva
Si piensas diferente y traes a tu mente situaciones positivas, podrás lograr un estado de calma, sin tantos remordimientos. Al estar enfadados, podemos actuar de forma irrazonable y causar daño a quienes queremos.
3 . Escuchar con atención a los demás y con madurez emocional
Los problemas no se pueden resolver estando enfadados, lo ideal es que nos centremos en buscar las vías alternativas para solucionarlos, en lugar de actuar sin pensar.
Cuando discutimos, debemos tomarnos el tiempo para escuchar a la otra personas y también pensar en nuestras respuestas. La madurez nos impulsará a evitar conflictos y personas con cualidades tóxicas, por mucho que las amemos.
4 . Expresar las emociones con calma
Para decir cosas delicadas es mejor esperar el mejor momento. Es necesario hacerse la siguiente pregunta: “Esto que digo, ¿es para resolver el problema o solo quiero herir al otro?”. Debemos procurar bajar la velocidad, ya que es estas circunstancias podríamos dar respuestas erradas que solo empeorarán las cosas.
5 . No recibir las ofensas e ignorar las mentiras
Manteniendo la calma, buscando la paz interior y sitiéndote capaz de afrontar las situaciones, podrás manejar con facilidad las emociones que tantos problemas te causan.
La mejor forma para controlar la ira es no recibir las ofensas, dejarlo pasar y no tomarlo en cuenta, ya que solo nos ofende un mensaje cuando estamos dispuestos a recibirlo.
Recuerda que la ira solo nos lastima a nosotros mismo, no al otro.
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