Durante mucho tiempo se ha creído que los frutos secos tenían demasiado aporte calórico y mucha grasa. Además su exquisito sabor y tamaño lleva a comerlos de manera compulsiva, por lo que ingerirlos de este modo sí es un problema.
Sin embargo, es distinto cuando los tomas con moderación, esto no solo te ayudará a controlar el hambre, sino que también tienen grandes beneficios para tu salud general, que es lo que más importa. Cada fruto seco es diferente, cada uno represe presenta ventajas particulares, por lo que lo ideal es comer frutos secos atendiendo a los efectos positivos de cada una de sus variedades.
Así no te cansas de los mismos y además complementas tu dieta son estos alimentos tan eficaces.
Nueces para los dolores crónicos
- Las nueces son ricas en Omega 3, que tiene un gran poder antiinflamatorio. Por ello es muy aconsejable para quienes tiene dolores crónicos habituales, como el de las articulaciones o la migraña.
- Contienen muchos antioxidantes, por lo que ayudan a ralentizar el envejecimiento y previene le daño celular.
- Todo ello mejora al mismo tiempo los problemas del sistema óseo y muscular.
Almendras para mejorar la circulación
- Están indicadas para las personas diabéticas. Las almendras son reguladoras naturales de la insulina, así que favorece el equilibrio de azúcar en la sangre.
- Los antioxidantes y las grasas monoinsaturadas permiten que se reduzcan los niveles de colesterol. El exceso de colesterol y de glucosa dificulta mucho la circulación sanguínea, provocando afecciones que pueden ir desde el síndrome de pies inquietos a otras más graves, como enfermedades cardio y cerebrovasculares.
- Su contenido de fibra es considerable, una propiedad fundamental para que el organismo elimine lo que nos hace daño, así como las grasas que no tienen valor nutritivo, pero que aumentan nuestro peso.
Anacardos (castañas de cajú) para la actividad cerebral
- Este fruto seco es una inyección de minerales, como el hierro, básico para que el oxígeno llegue al cerebro. Cuando no tenemos suficiente, percibimos problemas de concentración y retención de información.
- También es rico en magnesio y zinc, esenciales para el sistema inmunitario.
- Cuando las defensas están fuertes, evitamos el envejecimiento, por lo que la memoria se resiente menos con el paso del tiempo.
Pistachos para mantener la línea
- Los pistachos son los que tiene menos calorías de todos los frutos secos. Además al estar envueltos con una cáscara, tendemos a comerlos más lentamente. Así el estómago tiene más tiempo para asimilar su presencia, por lo que nos sentimos saciados antes.
- Concentra una gran cantidad de vitamina E, un gran antioxidante.
- Proporciona potasio, ideal para enriquecer nuestro sistema nervioso como los músculos.
- Hace que la digestión sea mucho más ágil, lo que resulta muy adecuado para la pérdida de peso.
¿Cómo comer frutos secos?
Comer frutos secos nos proporciona hidratos de carbono, y aunque sean necesarios, lo idea es controlar su ingesta, ya que si no gastamos toda la energía que nos dan, estos se transforman en grasa. La cantidad media es de 30 gramos diarios de frutos secos, repartidos entre las comidas principales.
Sin embargo no todos funcionamos de la misma forma, por lo que debes observarte tú y averiguar cuánto te conviene. El indicador lo tendrás en la báscula. Si aumentas de peso al introducirlos en tu hábitos, lo mejor es que rebajes el número de ellos.
Los frutos secos son muy nutritivos, fáciles de encontrar y de transportar. Con ellos tienes resulta la cuestión del picoteo entre horas.
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