Algunas personas son tan profesionales que están dispuestas a sumergirse en sus proyectos más allá de lo estrictamente necesario. Es por eso que cuando te eligen para interpretar a un ícono de la música y un personaje casi histórico, debes estar a la altura. Como le pasó al actor Rami Malek al ser escogido para interpretar a Freddie Mercury. Sin duda que la vara estaba muy alta y él no lo pensó dos vecespara poner el 100 por ciento en su proyecto. Fue así como Rami le puso esfuerzo, sudor, talento y alma, literalmente sin exagerar, Rami Malek vio 1.500 veces la presentación de Queen en Live Aid en Youtube. Así como lo lees.
Quizás ya viste la película y es más que seguro que se te haya erizado la piel en la escena del concierto final. No importa si viste o no el concierto original en 1985 en Wembley, porque la presentación de Malek personificando a Mercury emociona hasta lo más profundo.
Su tremendo dominio en el escenario, sus movimientos y su pasión con el micrófono y el piano traen a la vida al vocalista sin dudar un segundo.
Si bien existen críticas sobre la biopic, nadie cuestiona el impresionante talento y espectacular interpretación de este tremendo actor. Sobre todo en aquella escena final, en donde Queen vuelve a tocar juntos después de años separados, en el Estadio Wembley en Londres como parte del evento de beneficencia para los países de África Oriental.
Es una escena muy emotiva y realmente electrizante, porque es idéntica a lo que pasó en la vida real e incluso los mínimos detalles están replicados a la perfección. Así se demuestra cómo la producción hizo un estupendo trabajo.
Sin embargo, Malek tuvo el mayor desafío al replicar con precisión y autenticidad , sin caer en una réplica burda, cada paso, cada mueca, cada palabra, cada movimiento de Freddie Mercury sobre ese escenario.
“Ellos pudieron literalmente recrear el show en vivo más grandioso que se ha hecho en la historia e hicieron que una nueva generación pudiese experimentarlo como si hubiesen estado allí. Esta escena literalmente me da los malditos escalofríos”, escribió un usuario de las redes sociales.
La transformación de Rami Malek para personificar a la leyenda Mercury no fue fácil. Su casting duró 6 horas, debió someterse a importantes cambios físicos; adelgazó, tuvo que practicar por meses hablar con la prótesis de dientes, le hicieron una nariz nueva, peluca, entre otros. Pero también se sometió a un estricto plan de trabajo vocal y de danza. Sin duda un trabajo impecable que eriza la piel y emociona.
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