Criar a un niño es difícil, y muchas veces cuando intentamos decirles “no”, simplemente no logramos conseguir el efecto deseado, ¿verdad? Es que, muchas veces las negaciones o prohibiciones provocan lágrimas y fuertes rabietas.
Entonces, ¿cómo evitar estas situaciones? Hoy, queremos compartir 11 consejos que tienes que tener en mente a la hora de decirle que “no” a tu hijo, para poder enseñarle de una manera más calmada y con más seguridad en ti mismo.
1. Solo debes decir “No” en contadas ocasiones
El “no” debe ser algo así como tu carta de triunfo. Si el niño escucha que le dices que no cada 5 minutos, pronto dejará de reaccionar a el. Pero, si dices que no en raras ocasiones, percibirá esta como una señal de “stop”.
2. El primer “no” es muy importante
Cuando le prohíbas algo al niño, por primera vez, debes hacerlo con un tono lleno de calma y seguridad, con un rostro serie y explicando de manera comprensible las razones por la que no puede hacer algo. Es importante que el niño entienda de inmediato el porqué no, para que así lo razone en su mente.
3. Un “no” rotundo, requiere un arduo trabajo
El niño, prácticamente siente que lo estás ofendiendo cuando le prohíbes algo, al menos así se ve para él. Esto no significa que tengas que sentir pena por él, solo que debes prepararte para realizar un trabajo adicional. Por lo que, para rebajar el sufrimiento del niño, se recomienda demostrar empatía.
Abrázalo y dile que lo entiendes, pero que simplemente es algo que no puede hacer y punto. Lo más importante, no canceles la prohibición.
4. La negación no es suficiente, las explicaciones son necesarias
Cuando el niño no comprende por qué algo está prohibido, solo aumenta la probabilidad de que quiera volver a intentarlo. La manera mas eficaz de decir que no, es dando las razones de ello, de manera que el niño pueda entenderlas. Solo ten en cuenta que cuando el niño está enfadado o triste, no está de ánimos para entender tediosas y largas explicaciones, por lo que un sermón largo no lo entenderá. Formula tus ideas en frases breves y concretas, con un lenguaje que él pueda entender.
5. El “sí” también puede ser una negación
Los niños, escuchan el “no” en tantas ocasiones y situaciones, que con el tiempo dejan de interpretar esta palabra, por lo que nunca olvides que el “sí”, también puede significar un “no”. Por ejemplo, si tu hijo quiere un juguete nuevo, no le digas que “no”, puedes simplemente decirle, “sí, si es lo que quieres, puedes pedirlo para Navidad.
6. ¡Sin gritos! El “no” debe ser pronunciado de forma neutra
Te en cuenta, que dependiendo de cómo digas el “no”, su significado cambia, pues, si tu negativa llega al niño de forma intensa, parecerá más bien una discusión, alejada de la idea de educar a tu hijo. Tampoco debes decirlo de manera alegre, pues el niño pensará que solo estás jugando, por eso procura ser lo más neutro posible a la hora de decir que no.
7. Niega ofreciendo una alternativa
Por lo general, los niños aceptan de muy buena gana una alternativa de este tipo.
8. No le des esperanzas vanas
Frecuentemente, los padres le dicen a sus hijos “ahora no”. Pero, si es que ahora no se puede, ¿entonces cuándo? Si no cumples tus promesas, con el tiempo, el niño podría desarrollar problemas de confianza contigo. Dale al niño, una información concreta, para que el niño entienda porqué debe esperar por algo. Por ejemplo, dile: “Ahora no, mi amor, pero lo compraremos para tu cumpleaños”.
9. Lo prohibido siempre estará prohibido
Cualquier prohibición debe permanecer así siempre, en cualquier situación. Si no, de lo contrario, el niño no entenderá porqué hoy algo está prohibido y ayer no. El podría entender que los “no” dependen del estado de humo de sus padres por lo que no significan ningún peligro. No permitas lo que antes estaba prohibido solo porque necesitas más tiempo para tus propios asuntos.
10. El “no“ de mamá no puede ser el ”sí” de la abuela
Cuando restrinjas alguna cosa a tu hijo, asegúrate de que esta esté en conocimiento de los otros miembros de tu familia, para que todos coincidan en lo mismo, sino de lo contrario, el niño puede comenzar a manipular a sus familiares. También, eres tú quien debe cumplir con todas las normas que también has establecido, por ejemplo, si solo permites que el niño coma en la mesa del comedor pero tú comes algunas cosas en el sofá, el niño acabará por seguir tu ejemplo y no entenderá tu prohibición.
11. Añade valor al buen comportamiento
Si el niño ha oído tu “no” y ha cumplió, estamos ante un acto de buena voluntad de su parte. Por lo que ese comportamiento, debe ser reconocido y recompensado. Abrázalo y dile que lo quieres y que agradeces que entienda, así juntos hacen que la convivencia sea más hermosa y sana.
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